Azerbaiyán, que tiene una antigua historia como Estado, se convirtió en la primera república parlamentaria democrática del mundo musulmán en 1918. Una de las principales reformas de la primera república fue el reconocimiento del derecho de voto a las mujeres.

Por desgracia, en 1920, la Rusia soviética invadió el país y Azerbaiyán se convirtió en una república soviética. Así continuó hasta 1991, cuando la República de Azerbaiyán recuperó su independencia.

Hoy, como puente entre Oriente y Occidente, la República de Azerbaiyán es un Estado laico y moderno en el que se reconocen todos los derechos humanos fundamentales y se vela por su preservación.

Teniendo en cuenta sus tradiciones multi religiosas y multiétnicas, Azerbaiyán siempre ha sido un punto de encuentro que ha creado un ambiente familiar de paz, tranquilidad y respeto mutuo entre personas que hablan distintas lenguas y representan a diversas religiones.

La economía de Azerbaiyán está dominada por la industria, con los sectores del petróleo y gas como protagonistas. El país fue uno de los principales productores de petróleo del mundo a principios del siglo XX y sigue siendo uno de los principales proveedores de energía de Europa. El boom petrolero de la década de 1890 atrajo inversiones mundiales, y las familias Nobel y Rothschild desempeñaron un papel clave. Los hermanos Nobel fundaron la Nobel Brothers Petroleum Company, que hizo posible la creación de la Fundación del Premio Nobel. Se están llevando a cabo con éxito importantes proyectos energéticos, incluida la prospección de petróleo y gas en la sección azerbaiyana del Mar Caspio.

Junto con la rápida evolución del sector económico, Azerbaiyán también ha desempeñado un papel activo en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, habiendo sido miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Al mismo tiempo, Azerbaiyán ha asumido en varias ocasiones la presidencia del Movimiento de Países No Alineados, la segunda mayor organización internacional después de las Naciones Unidas. Además, Azerbaiyán es miembro del Consejo de Europa y ha participado activamente en los programas de la Unión Europea destinados a promover la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho.

Un juez azerbaiyano presidió durante cuatro años la Comisión Europea para la Eficacia de la Justicia, órgano intergubernamental del Consejo de Europa responsable de la mejora de la eficacia y el funcionamiento de la justicia en los 46 Estados europeos.